La nueva forma de amar
Querido lector, ¿Con qué podremos equiparar el sacrificio que hace una madre o un padre para sacar siempre adelante a sus hijos? Estoy segura de que nunca conoceremos todo aquello a lo que nuestros padres tuvieron que renunciar con tal de darnos lo mejor. Pero algo que si sabemos y que nadie puede negar es la razón por la cual podemos ver a nuestros padres sonreír mientras nos lo entregan todo. Sonreír mientras renuncian a pequeños gustos e incluso a algunas necesidades con tal de que a nosotros no nos haga falta nada. Es el amor que nos tienen. Un amor generoso, sin límites, un amor dispuesto a mil renuncias, un amor que se desborda sobre el amado, un amor dispuesto al dolor. Dime, ¿Quién es capaz de trabajar durante ocho horas por seis días a la semana y entregar todo su salario sin recibir nada a cambio? Sólo un padre. Dime, ¿Quién es capaz de sentarse por dos horas en la mesa y explicar matemáticas básicas a alguien que sólo está pensando en irse a jug...